¡Hola! Bueno, antes de que leáis el capítulo: ¡Me han dado dos premios!
Me desperté con los cantos de los pájaros. Al primer momento no me acordé de lo que había pasado, pero tras unos segundos los recuerdos me invadieron.
Mucho más fuerte que cuando me trasladaron a mi árbol, salí de él. Enseguida el sol me cubrió por completo y pude respirar aire fresco. Enseguida descubrí que mi vestido seguía roto y manchado de sangre, y todavía tenía en la espalda y en la pierna las vendas de hojas y raíces.
—¿Candy? ¡Candy!
Mi madre corrió hacia mí, y debo decir que me abrazó con demasiada fuerza. De milagro no me rompió algún hueso.
—¿Cómo estás? —me preguntó cuando se hubo separado un poco.
—Bien, aunque todavía me duelen las heridas. ¿Cuánto tiempo he dormido?
—Pues un día entero —respondió mi madre.
—Vaya…
—¿Qué pasó? Tus amigas no me han aclarado nada.
—Fuimos a
—¿Había más de una?
—Eso creo. Una de ellas me mordió la espalda, y otra la pierna. Después, alguien me salvó, y me trajo aquí… no me acuerdo de mucho más.
—Creo que te trajo un pyro, uno de los amigos de Nevolly.
—Ah, puede ser —evidentemente, quien me había salvado era un pyro. Tenía la piel demasiado cálida para ser un hydro u otra criatura. ¿Quién habría sido…?
—Estaría bien que fueras a visitar a tus amigas, están preocupadas por ti.
—Vale…
—Pero antes —me cortó—, pídele a tu árbol hojas y unas raíces, y hazte el vendaje de nuevo. Ya llevas un día entero con él. ¿Quieres que te ayude?
—No, gracias, puedo yo sola. Hasta luego.
Al cabo de un rato iba hacia el árbol de Friné, con el nuevo vendaje puesto y un nuevo vestido que me había dado mi madre. Supuse que mi amiga estaba allí, pero la única que rondaba en su claro era su madre.
—Hola, Candy, cariño. ¿Cómo estás? ¿Te has recuperado?
—Sí, ahora estoy bien, gracias. ¿Dónde está Friné? No está en su árbol ¿verdad?
—No, se ha ido con las demás al Lago Profundo. Supongo que estarán allí los hydros…
—Sí, eso creo yo. Bueno, me voy a buscarla, gracias.
—De nada, Candy. Que te recuperes.
—Gracias, adiós.
Volví sobre mis pasos durante unos minutos, y después cogí un sendero que había a mi izquierda, un atajo para llegar al Lago cuanto antes. La verdad es que me dolía bastante la espalda al andar, pero no tanto como la pierna, que me molestaba a cada paso. Aún así, llegué sin dificultad al Lago Profundo. Allí estaban todos los hydros, mis amigas las náyades, las alseides, y Friné. Me acerqué silenciosamente; Friné fue la primera en verme.
—¡Ey! —me saludó, corriendo hacia mí. Enseguida me dio un abrazo, aunque la frené un poco para que no me estrujara demasiado.
Una a una, todas mis amigas se acercaron a mí y me abrazaron también. También los hydros se acercaron, y aunque la gran mayoría también me abrazó, no fueron tan efusivos. Después, todos nos sentamos en la orilla del lago y formamos un círculo.
—¿Cómo estás? —me preguntó Dravis.
—Muy bien, gracias.
—Cuéntanoslo —pidió—. ¿Cómo fue? Tus amigas y Damoc nos han contado lo que ocurrió, pero tú lo viviste de primera mano.
Suspiré, y comencé a contarlo. Eran muy buen público; no me interrumpieron ni una sola vez. Contuvieron la respiración en el momento exacto, se taparon la boca en el instante apropiado. Cuando terminé, no hablaron durante unos segundos.
—¿Te duele? —preguntó Cira al fin.
—Un poco, no tanto como antes.
—¿Fue a por ti directamente? —inquirió uno de los hydros—. ¿O te atacó porque te caíste?
—No lo sé. ¿Por qué iba a ir a por mí?
—Ah, no sé como lo haces, pero tú siempre tienes la culpa de todo —declaró Friné.
Yo le di un codazo.
—Esto es serio —dijo Abby—. Pero la hiena no estaría buscando a Candy, ¿no?
—¿Has hecho algo que las ha podido ofender? —preguntó Damoc.
—Que yo sepa, no —contesté.
—No tiene por qué haber una razón —intervino Nevolly—. Mataron al compañero de Verline, Perold. Y él no les había hecho nada a las hienas.
Hubo un momento de silencio.
—Cambiemos de tema —dijo Dravis rápidamente—. ¿Sabéis que he aprendido un nuevo truco?
—A ver, sorpréndenos —le apoyé, aunque no sabía por qué estábamos haciendo aquello.
Dravis alzó la mano derecha hacia el lago. Lentamente, comenzó a cerrar los dedos, y una esfera de agua salió desde el fondo del lago para posarse a unos centímetros de la superficie. Dravis, haciendo giros de muñeca, hizo girar la esfera. De pronto, abrió los dedos de nuevo, y la esfera de agua se convirtió en un montón de flechas que vinieron hacia nosotros con rapidez. En un acto reflejo, todos (excepto Dravis) nos tapamos la cara con las manos, aunque no sirvió de mucho. Acabamos empapados.
—¡Ya te vale! —le dije, mirando mi pierna derecha. Las raíces se habían reblandecido con el agua y las hojas se escurrían entre ellas poco a poco. Al final, mi herida quedó al descubierto—. Me has estropeado el vendaje, Dravis.
—Ay, lo siento —me pidió disculpas—. No había caído en lo de tu venda. Vaya, eso tiene mala pinta —constató, observando con repugnancia mi herida.
A decir verdad, sí que era un poco horripilante; había dos tajos paralelos a lo largo de mi pierna, rodeados de rasguños y moraduras. Los tajos se habían secado, pero unas manchitas negras, diminutas, se esparcían por encima. No había probado a frotar para limpiármelas, pero estaba segura de que no se irían.
—Lo sé, aunque no duele tanto como parece —declaré.
—Buf, eso espero —respondió Dravis.
—Oye, ¿cuándo es
—La próxima tri-luna llena —respondió Cira.
—Dentro de dos semanas —aclaró Lara, al ver la cara de confusión de todos.
—Ah —suspiró Dravis.
—¿Vais a venir? —preguntó Cira.
—Sí, yo sí —respondí con prontitud.
—Yo también —contestó Friné.
—Nosotras iremos —respondieron Vale y Nevolly a coro.
—¿Y vosotros? —les preguntó Lara a los hydros.
—Tal vez —dijo Damoc—. ¿Es en Hesperinda?
—Sí, en nuestro valle —contestó Cira—. Empieza por la mañana, comemos todos juntos, por la tarde vamos a buscar flores, después es cuando decoramos todo. Cenamos, y entonces es cuando empieza la fiesta.
—Ah, si hay fiesta por la noche, voy —declaró Dravis.
—Si, yo también —añadió Möhl, otro hydro.
—Bueno pues me apunto —respondió Damoc.
—Bien —celebró Lara—. Venid todos.
—Lo haremos —contestó Dravis.
—Vale, yo me voy ya, a cambiarme el vendaje —le fulminé con la mirada a Dravis mientras me levantaba. Él se sonrojó.
—Lo siento. ¿Quieres que te acompañe?
—Tranquilo, puedo ir sola.
—Yo sí te acompaño —declaró Friné, levantándose—. Tengo que irme ya, mis padres me estarán esperando para comer.
—Vale, muchas gracias —le contesté—. Bueno chicos, hasta esta tarde. Estaréis aquí, ¿no?
—Sí, por supuesto.
—Hasta luego.
—Adiós…
Friné y yo nos fuimos por el sendero, de vez en cuando ella me miraba de reojo. Al final, soltó:
—¿Qué ha pasado con Damoc?
Suspiré.
—Dijo —comencé, andando con dificultad— que habría ido conmigo si no se hubiera comprometido con Lara.
—Pero eso no tiene sentido —interrumpió Friné, dándome la mano para que yo pudiera andar con más facilidad—. ¿No fue él quien se lo pidió a ella? Si es así, te ha mentido. Porque Lara no te habrá mentido, ¿no?
—No, claro que no. Lara es mi amiga desde siempre. Conozco a Damoc tan sólo desde hace tres años. No me fío de él tanto como de ella.
—Oh, el amor se ha enfriado —suspiró Friné.
—No digas bobadas, el amor nunca ha estado caliente —contesté—. Pero en fin. Qué se le va a hacer. Bueno, ¿y qué tal va lo tuyo con Nicanor? ¿Qué pasó en
Suspiró.
—Nada. De momento sólo somos amigos.
—Vaya, lo siento… él se lo pierde.
—Pues sí —contestó ella.
Las dos llegamos a mi árbol y después ella se fue a su claro para comer con su familia. Yo me cambié el vendaje, me reuní con mis padres y mi hermana, y comí con ellos. Luego volví al Lago profundo, aunque allí tan sólo estaba Dravis.
—Hola —le saludé, mientras cojeaba hacia él—. ¿Dónde están los demás?
—Se han ido al Mar Azul, a mí me ha tocado quedarme aquí para esperarte.
—Vaya, lo siento. ¿Vamos?
—Sí.
Los dos volvimos por el sendero que yo acababa de recorrer, y cruzando el bosque, nos encaminamos hacia el Mar. Dravis terminó por cogerme del brazo como había hecho antes Friné, porque en varias ocasiones estuve a punto de caerme.
—¿Por qué —comencé— antes, cuando estábamos en el lago, cambiaste de tema cuando Nevolly dijo que Perold no le había hecho nada a las hienas?
—¿No lo sabes…? —preguntó él, deteniéndose y mirándome a los ojos.
—Si lo supiera no preguntaría, ¿sabes?
—Cambié de tema, porque Perold… bueno, no fue exactamente él, pero…
—¿Y bien…?
Dravis suspiró antes de contestarme. Echó de nuevo a andar, arrastrándome con él. Cuando me adapté a su paso, él, sin mirarme, respondió:
—El padre de Perold fue el primero en desterrar a las hienas a
13 comentarios:
No me ofendo, pero ese mismo premio también te lo di yo, creo que te le puse en un comentario del otro lado, pero vamos... Es una tontería x'D
Y hablando de la entrada, sigues sin decirnos quién narices la trajo, aunque con lo de pyro, mis sospechas cada vez se van haciendo más claras. Como siempre me ha gustado, y espero que todo vaya fluyendo para poder enterarme de más cosillas.
Un saludo^^
PD: Me cae bien Dravis :)
Ah sí? Jope Eximia, no me había dado cuenta, ahora mismo lo miro... Pues voy a cambiar la entrada también, oye, y te incluyo, que también te lo mereces :)
Muchas gracias ^^
PD: A mí también, es muy majo, al igual que Cupo xD
pues como siempre esta genial, pero sigo con la intriga de saber quien es su salvador!
me ha encantado, anda pasate por mi ultimo cap ^^
http://luzdetinieblas.blogspot.com/
Gracias! ;)
Quin narices ha sido!!!
Oye y esto de dejarlo así...
gr.......
DIanu gracias otra vez jope!!
jajajaj
esque no puedo agradeceroslo como deberia a la getne que me premia.
Gracias guapisima equisde
Sigue sigue!!
Muchas gracias^^ Aunque como dije, no era nada, una tontería jaja.
Igualmente, gracias por el detalle :)
My World dreams:
Muchísimas gracias. Sí, parece que lo de no saber quién es el salvador os reconcome por dentro, ¿eh? xDD
Clary Claire:
Me has matado con tu "Quin narices ha sido!!!" xDDDDD Nah, es una chorrada pero me ha gustado.
De nada, mujer, si sabes que te lo mereces :)
Te ha dado por el equisdé, eh?
Sigo, sigo!
Eximia: De nada. Para serte sincera, no he encontrado dónde me decías que me habías nominado, pero bueno, confío en ti xDDDD
Un beso a las tres ^^
Me encanta la historia!!! quiero mas!!!!!!!! :-D
Muchas gracias Beuky ^^
Intentaré publicar pronto :)
http://prophetiaorbis.blogspot.com/2011/04/7-premio.html
No sé si al final no se envio el comentario, o yo que sé. No obstante, te dejo el link para que te veas a ti misma colocadita ;)
Un saludo^^
¿¿Pero quién le llevo a casa??
El tío bueno que conoció?? Seguro!
En serio, estos chicos vana una fiesta una de ellos acaba casi muerta y ya están planeando la siguiente...¿? Jajaja, adolescentes tenían que ser XP.
Ah, ya lo veréis...! xDD
Jajajja sí, y lo peor es que los padres parece que les siguen la corriente xDD
;D por fin me he puesto al dia ¬¬ dios que mala eres siempre me dejas con la intriga XD la verdad es que yo creo que laya miente a cand pero nose nose XD :O TODAVIA estoy con la intriga de saber quien la rescato aunque creo que se quien fue ;D la ultima frase es T_T necesito mas ;D un besazo
Muchas gracias Alba ^^
Un beso :)
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